lunes, 7 de enero de 2013

Indoor Desert, by Álvaro Sánchez-Montañés


Hoy les traemos una serie de fotografías que normalmente parecerían ser costosas producciones montadas para darles este tinte surrealista de las mismas. Pero, sorpresa para muchos, no es así  esta serie esconde una rica historia debajo de tanta arena del Desierto de Namib.

Sin más preámbulos, les presentamos "Indoor Desert" por Álvaro Sánchez-Montañés

Madrileño de nacimiento,  con dieciocho años compró en el Rastro una cámara Zenith de segunda mano. Desde ese día nunca ha parado de hacer fotos. En la actualidad reside en Barcelona donde ha desarrollado su carrera fotográfica en los últimos años en estrecha colaboración con la galería ValidFoto

Sus obras se han exhibido en Barcelona, Madrid, Bilbao, Sevilla, México D.F., Londres y Nueva York, entre otras ciudades, y han sido galardonadas con premios como el Epson de Fotografía 2009, International Photography Award 2009 o el primer premio de la Fundación AENA 2012. Están presentes en numerosas colecciones públicas y privadas.





Ahora bien, cual es la historia detras de estas fotografias?
Bueno, estas mismas fueron tomadas en Kolmanskop, una pequeña ciudad minera abandonada, a pocos kilómetros de la ciudad costera de Lüderitz, en Namibia.

Esta ciudad fue construida en 1908 para dar cobijo a los buscadores de diamantes que trabajaban en esta desértica región del Namib, a unos diez kilómetros de la costa. En aquellos momentos, los diamantes se encontraban con facilidad en las cercanías, y era fácil hacer fortuna, de modo que en dos años se construyó una ciudad completa, con casino, escuela, hospital, salón de baile y verdaderas mansiones de estilo centroeuropeo. 





Namibia era en aquellos momentos la colonia de África del Sudoeste Alemana, y a pesar de estar rodeados por las arenas del desierto, los ocupantes de la ciudad querían sentirse como si se encontraran en Baviera, pero los tejados inclinados no soportarían jamás los largos días de lluvia.

Kolmasnskop fue la primera localidad africana en disponer de un aparato de rayos x, importado específicamente para vigilar que los mineros no ingirieran diamantes para su posterior extracción ilícita de la mina.



Durante la Primera Guerra Mundial se extrajeron unos 1.000 kg de diamantes, pero inmediatamente después de la guerra, esta cantidad descendió notablemente, y se encontraron diamantes mucho mayores y en abundancia a doscientos km, en la localidad de Oranjemunden la cercanías del río Orange, en la actual frontera con Sudáfrica. La ciudad fue abandonada y se convirtió en una ciudad fantasma, invadida por las arenas del desierto. 



Para ver la galería completa y otras cosas más, se pueden dirigir a nuestro facebook




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