"La semplicità è l'ultima sofisticazione” (La simplicidad es la máxima sofisticación) es una frase que se le suele atribuir al máximo genio, es decir: Leonardo Da Vinci. Este es un concepto difícil de entender para algunos pero innegablemente cierto y una vez que uno logra entenderlo e internalizarse con la idea es que se dan resultados brillantes. Resultados atemporales.
Hoy les traemos el trabajo de un diseñador que probablemente haya varios que crean ignorar su obra, pero se equivocan. El diseñador que les vamos a mostrar hoy no solo ha sido uno de los más grandes del siglo XX sino que su obra influyo radicalmente en la empresa más innovadora de fines de siglo pasado y principios del actual. Esta empresa es Apple y si bien nuestro diseñador del día de hoy se destaco en Braun han sido sus diseños que han marcado a fuego la estética (y por que no? la filosofía también) de la empresa de la manzanita. Del diseñador que estamos hablando es ni más ni menos que el genio alemán Dieter Rams.
Dieter nació el 20 de mayo de 1932 en Wiesbaden (Deutschland) y fue una figura clave en el renacimiento del diseño Funcionalista alemán (Gute form) de finales de los '50s y '60s.
Cuando se convierte finalmente en el jefe del equipo de diseño de Braun, influyó enormemente en la dirección estilística de la marca, llevándola a un Racionalismo que caracterizaría los productos y la identidad de la compañía. Dicha estética es la que años más tarde deslumbraría al mismísimo Steve Jobs, quien buscaría copiar esa misma identidad de marca para su Apple.
Dieter también creo una serie de 10 principios "del buen diseño" que resultan muy interesantes y son los siguientes:
- Es innovador
- Provee de utilidad a cada producto
- Es estético
- Hace un producto comprensible
- Es discreto
- Es honesto
- Tiene un valor anacrónicamente duradero
- Concibe exhaustivamente hasta el último detalle
- Respeta el medio ambiente
- Es diseño en su absoluta mínima expresión
Basta con mirar cualquiera de sus productos para darse cuenta que estos principios no eran simples palabras para Dieter, sino que representaban una verdadera filosofía que se veía reflejada en cada una de sus creaciones.
La pasión por los detalles que Dieter le imprimió a sus productos le dio un determinado prestigio a Braun y la logro posicionar como una marca innovadora y de excelencia. Con una estética tan personal como única para esa época.
Es justamente la pureza de los materiales, la síntesis en las lineas y la sobriedad de los tonos lo que hace que las creaciones de Dieter (y posteriormente de Steve) sean duraderas, refinadas y atemporales. Este ultimo concepto se ve reflejado cuando varias décadas más tarde Apple saca modelos de distintos dispositivos -ya sea Ipods, Ipads, Macs o cualquier otro producto- y estos mismos rompen con el mercado y definen la estética actual.
Los dejamos seguir apreciando la perfección de la obra de Dieter.
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